Noche, tarde, muy tarde.

De pronto tengo a quien escribir, y entonces simplemente escribo, pues por fin alguien puede entenderme. Quiero aclarar asi algo de mi vida que es mas facil sentir que describir, por lo mismo dificil de traspasar como experiencia, tan comun en apariencia, pero tan particular para las almas involucradas. De pronto tengo a quien escribir, que inesperado es recuperar algo que creia perdido, parte central de cierta fiebre que padeci algunos años atras, cuando el cielo se veia mas cerca, el sol calentaba mas y mis sueños vivian el dia.

El movimiento de las nubes me hacia avanzar sin importar lo quieto que me quedara, y mi razon fue reemplazada por un estado de gracia donde la alegria constante se empinaba sobre las lagrimas de otros y de mi mismo, cuando en cortos pero punzantes momentos de lucidez, reaccionaba ante la estela que dejaba, y como en un bote sobre un lago placido, la calma regresaba mientras veia las ondas de mi viaje alejarse a ambos lados de mi ser hasta perderse lejos.

Me importaba mucho como me importa ahora el poder expresarme, mas la mordaza que llevaba, tejida durante años, suave como piel, salada en emocion, cubria la constante sonrisa de una vida sin problemas, sin dolor, pocas palabras y demasiado corazon.
Debes leer los labios para reconocer la verdad, y luego sondear la mirada para confirmarla, no bastan las palabras y aunque fueran truenos de elocuencia o susurros de respiracion, no son nada sin el gesto, la prueba suprema, la prueba del corazon.

Me entregue a mis sentimientos, tan mios, tan suyos, mas me negue la pasion, no fuera a dejarme sin nada al final del estallido, haciendo crecer aun mas un sentimiento profundo, uno mas alla del cuerpo y la razon. Mucho calor recorrio antes mis venas mas nunca me habian tocado el alma con tan delicado color, es cierto el fuego nos mueve, pero solo el amor nos eleva. Amor hay mucho, muchos y diversos pero de todos, solo uno te lleva al cielo. No llegue a tocarlo, mas estuve cerca, Dios sabe que estuve cerca.

Pero no pude seguir. Fue una noche, un noche especial. En un momento nos miramos y salimos corriendo de entre una multitud. Sentados, tan cerca como se puede estar, pero espalda con espalda, la sentia dentro mio rogando por una decision mientras miles coreaban a nuestro derredor, sin penetrar ese momento que era nuestro, el mas doloroso, el mas inolvidable. Espalda con espalda hable con la razon que me enseñaron, pensando en la felicidad ajena y con cada silaba nos cruzamos lentamente hasta quedar frente a frente suspendidos en dulcisima agonia.

Aprendi que una vida es suficiente para hacer felices a otros, mas no para ti mismo. Al final del invierno descubriras que ni tu mismo pudiste envolver tu regalo mas preciado, menos entregarlo. Aun no es otoño en mi corazon y el frio viento me dice al oido, levantate, todavia estas ahi sentado esperando.

Sigo avanzando en mi quietud, son años buscando señales mas que palabras. Hoy las palabras han perdido significado y se suman a la larga lista de perdidas de un sentido no declarado pero igual de sensible como vunerable. Resisto el escrutinio de quienes finalmente lograron medirme con la vara mas cruel y objetiva, graduada tan lineal como medriocremente, tratando de medir lo inmedible, llenando el vacio de su levedad con la mia, en la que pronto caigo y resiento. No puedo escucharlos, no debo escucharme.

El tiempo ya no es constante bajo el pulso de nuestro pecho. Porque el corazon agitado se escucha y se siente, asimismo el tiempo pasa como un suspiro cortado por su primera lagrima de amor, la que no seca y persiste. Quisiera decirlo fuerte, mas no hay oidos sino los tuyos para comprender que somos dos en nuestro mundo, lejos de todos, hasta de nuestras vidas, de nosotros mismos. Pero el tiempo se acaba pronto al segundo latido, mas al tercero ya habra partido.

En la oscuridad de mi descanso inquieto escucho una respiracion noche a noche, siguiendo su ritmo cansino, deseando que en sueños habite un lugar mejor. Un brazo de distancia se hace infinito cuando ya no hay silencio bello y es solo silencio, y las palabras mas escasas hieren, afiladas por tantos roces, por falta de apego a su fuente, ahi donde todo empezo y donde la dulzura se marchita. Como confiar mi alma a quien no puede tocarla, menos a quien no quiere poseerla nunca mas.

Que ganas de poder compartir mis sentimientos sin recriminacion, mas hablamos lenguas distintas, donde la raiz llego a las piedras, torciendo significados y afectos, hoy lejos del corazon. Como pides tan poco de lo que no tengo, y nada de lo que en mi abunda, resientes lo que valoro y lo que desdeño, pues donde siento que mas podria darte, no necesitas nada, solo silencio.
Entonces la musica tomo el lugar de las palabras, en sutil codigo indecifrable, encriptado con pudor y silencios, mas no en sentimientos, nitidos como la ultima puesta de sol, calidos como los arreboles antes de extinguirse en una mirada, como extraño nuestra mirada.

Ahora las palabras vuelven, para enfrentar una vez mas la exquisita ironia de la vida, donde la cercania nos aleja, el sentimiento nos enfria, las palabras nos callan y el abrazo de la mañana es la despedida. Las palabras sobraran y regresara el silencio, mas no la musica que seguira vibrando en cada fibra de las rosas que seguiremos compartiendo.